sábado, 20 de diciembre de 2014

Poema cardíaco.

Tic tac,
las agujas de un reloj
que indica el tiempo en pasado
ya no marcan mi ritmo cardíaco.
Parada
                        Latido
                                            Parada
                                                                 Latido.

Mi órgano bombeante
se contrae haciendo sonar con fuerza
una canción desafinada
en mi caja torácica musical,
en la que la bailarina lucha
por sobrematarme.

Una operación a corazón abierto,
en la que la única solución
es romperlo todo por dentro.
Se ha cortado toda la comunicación
con las arterias principales,
por motivos de inseguridad emocional.
Ya no palpita,
ya no siente,
mi corazón inerte.

Tengo el miocardio como centro gravitatorio pausado
desde que desconozco la probabilidad
de causarme un accidente
en el que la reanimación
me acerque
a mi insensibilidad doliente.





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