Que no te salves joder, ni te quedes conmigo.
a las cuatro de la mañana,
es esta horrible melancolía la que no me deja dormir.
Y las sirenas de ambulancia con las que ya no puedo bailar.
El pasado está esparcido por todo el ambiente,
pienso que nunca será futuro, es demasiado tarde para que sea presente
aún.
El cielo nuca será rosa
para nosotros,
y estoy empezando a tener calados hasta los huesos,
llenos de lágrimas los secretos.
Está claro que nadie me quiere en su vida, y que yo no sé como rehuir de la mía
lo único que sé del amor es que se escribe con h
y que acentúa todos mis errores.
El dolor es agudo y peor que una vida sin libros,
las voces del recuerdo suenan demasiado mal
y no soy capaz de imaginarme un vida sin libros
y sin besos, joder.
He de aprender a vivir, aunque a veces, demasiado a menudo, me muera.
Esta vez voy a pedirte que te vayas
para que no me dejes sola
y tú lo hagas para siempre.
Siempre he sido de apostarlo todo a la única forma segura que tengo de perder
con la esperanza de ganar algún día.