miércoles, 30 de abril de 2014

Eres bailable.

He negado cuarenta y seis veces
que sólo bailo canciones que hablan de dos
y a la cuarenta y siete
diré,
que sé bailar el mismo ritmo
de quien me da la mano.
Afirmo que yo sólo
bailo canciones que se bailan agarrados
y que solo bailo cuando me agarran
y me cubren las espaldas
para que no pise pies
que llevan otros compases
que no he aprendido a bailar contigo.
Y giro,
y giro,
y giro
para que me agarres
el segundo antes
de caer al suelo.

sábado, 26 de abril de 2014

Cuatro sentidos.

Roto,
como su corazón
por haber querido demasiado
a alguien que no sabe de amor.

Apagado,
como cuarenta y tres minutos después
de haber encendido una vela
para no sentirse tan solo
en la oscuridad de sus pupilas.

Herido,
como quien se hace daño
porque tiene miedo de sentir
la más absoluta nada
cuando le besan.

Destruido,
como las ruinas de Roma
o las que esconden en sus ojos
porque hace demasiado tiempo
que se se ha olvidado de sonreír
como lo hacía antes.

sábado, 19 de abril de 2014

Querer.
Quererle.
Querernos.
Hace ya tiempo
que he desaprendido
la forma tan bonita que tenías
de conjugarme;
me cambiabas en formato verso
de los que no esconden besos
y no saben rimar
unos con otros.
Cuando querías
no tenía título,
era un montón de palabras
amontonadas de una manera
que sólo sabías leer tú
¡y qué egoísta!
No sabes querer.
No quieres querer.
Ni quieres que te quieran.
Soy siempre el intento de
cerrarle las cicatrices
pero es algo imposible
cuando alguien no quiere,
y es que sabe
conjugarse a si mismo.
Quiere y muy fuerte
seguir doliendo
y que le duela todo
el daño que ha hecho.
Dice, increíblemente pero
de alguien que conjuga
sin saber,
me lo creo;
que hay cicatrices que
inspiran más que una musa
o más que yo,
y que si sigue doliendo
estamos muriendo
y matando
por algo
que un día fuimos
nosotros.

viernes, 11 de abril de 2014

Había dado en el clavo
pero yo no era de los que se sacanban
fácilmente
tienes que dejarte las uñas,
las piel,
el corazón
y pedir susurrando ayuda.
Soy de las que duele
y sangra,
sangra pero mata
y no muere
porque soy infinita como esa canción
que sólo sabes bailar
si lo haces conmigo
o con recuerdos
en los que sólo aparezco yo
susurrándote al oído que no me olvides
y qué iluso, ni aunque quieras
podrás hacerlo
porque soy peor que aquella cicatriz
si, la que tienes en donde yo sé
por quien también yo sé
y no soy yo.

jueves, 10 de abril de 2014

Y ellos, tan cobardes
que no tenían la fuerza suficiente
para salir ilesos de sus pupilas.
Y es que durante un tiempo
fui como todos ellos,
una estúpida enamorada
de su desorden
y de todo lo que me recordase
al sonido de su voz.
Mientras que todos querían
entrar en lo más profundo
de sus miradas, del color de la esperanza
yo quería salir de esta,
mantenerme a flote
en las lágrimas que derrama
cuando no se acuerda
de como sonreír
como lo hacía antes
o de que se sentía
cuando se estaba enamorado.

domingo, 6 de abril de 2014

Escribir puede llegar a doler
casi tanto como quererle de nuevo
o querer que vuelvan
todas las mariposas
que se murieron dentro de mi
cuando escuché el portazo,
cuando las despedidas llegan
pero demasiado tarde
y es como si nada hubiese ocurrido.
Sólo quedan miles de recuerdos,
dentro de mi
a los que cada martes
les dan por volver a doler
y por hacer que reviva
el momento de aquella explosión
en la que sólo había ruido
y estaba él,
por todas partes y por todos
mis rincones.
Después todo fue silencio,
como el mar cuando está tranquilo
o como el café cuando se queda frío
porque a nadie le da la gana de venir
desde que todo está tan muerto
como las flores de la pasada
primavera
o como mi sonrisa.