miércoles, 29 de enero de 2014

A mi siempre me ha gustado la poesía, pero no esa de libros y de versos sino la que te salía directamente del corazón y hacía que te enamoraras poco a poco de palabras que nunca llevan a nada; y de metáforas que te hacían parecer más bonita. Intentar ser la musa de alguien, o su única poetisa que sabía coserle los rotos con palabras y hasta hacer que pareciese bonita la destrucción.
Que vengo a destruirte
para luego arreglarte
con mis besos
y mis ojos llenos de ruinas
pero creeme
cuando digo que te quiero
y que no tengo ni puta idea
de escribir,
si no te dedico mis versos.

domingo, 26 de enero de 2014

Y a veces recuerdo todo aquello, todo lo que fuimos y lo que no, los trenes que perdimos, las ciudades que prometimos descubrir juntos. Todo esto está guardado en nuestro cajón de los recuerdos; entradas de teatro, los negativos de todas nuestras fotografías, cartas, e incluso besos de buenos días y mejores noches.

miércoles, 22 de enero de 2014

Y es que ya no me mira,
no dice mi nombre.
Ya no quiere saber como estoy
ni verme sonreír como antes.
Sólo quiere que le olvide
y hacer del caos un arte.

viernes, 17 de enero de 2014

Quizá el motivo de tanta tristeza sean todas las noches que no hemos pasado juntos.
Los besos que no nos hemos dado.
Y las escapadas a debajo de tus sábanas con las persianas bajadas y el corazón a punto.
Quizá el motivo de tanta tristeza sea que todavía no nos conocemos tanto como para sonrreirnos sin preocupaciones y sin miedos.
Puede, tal vez, ojalá o quizá; todavía no he encontrado la forma que busco para definirte, como si de una palabra te tratases pero no formas parte de mi propio vocabulario
ni de boca
ni de mis rotos
y menos de mi puta locura
ni mis versos.
Ni entiendes mi desesperación por encontrar un poeta que sepa capturarme en palabras y caricias. Como si escribir(te) por fin valiese la pena o algo más que buscar el sabor de los besos que no me diste en cigarros.
Espero algún día estar a tiempo de todo lo que no hacemos.
Ni haremos.
Por qué sé yo, o por intentarnos.

miércoles, 15 de enero de 2014

Y te prometo
que algún día
yo me entenderé
tú, lo harás también
y las noches dejarán de ser noches
y los días empezarán a ser días
tus ausencias estarán llenas.
Las lágrimas
dejarán de recordarme a la lluvia
sobre nosotros
y será felicidad
pura felicidad
de que ya sea verano
el cielo azul
y yo haya olvidado
todas las tonalidades de gris
que existen
desde que no sonrr(eimos)ies
porque nos conocemos.

martes, 14 de enero de 2014

Nos atamos a cosas a las que no nos podemos desatar, como si estuviésemos esperando a alguien que nos ayude a salir de todo esto. Pero nunca llega, como si esperar trenes que no paran fuese la historia de nuestra vida. Sería bonito que alguien aunque sea por error se sentarse a nuestro lado, e hiciese que no nos sintamos tan solos o tan vacíos.
Seguro que no me entiendes cuando digo que algunas noches matan y que la soledad aprieta tanto que aveces es tan fácil quedarse sin respiración. Qué cuando escribes hablando de dos es más bonito, pero como estamos solos intentamos no pensar en la putada que es que el café siempre se enfríe, igual que el otro lado de la cama.

lunes, 13 de enero de 2014

Nos desesperamos de tanto esperar.
Nos enamoramos del desamor.
Intentamos arreglar nuestro propio desorden.
Y seguimos queriendo que todo nos salga bien.

sábado, 11 de enero de 2014

Putas preguntas retóricas que no le hago a otra persona que no sea yo y que aunque quiera no encuentro respuesta.
Putas ganas de salir corriendo hacia ninguna dirección, porque sé que vaya dónde vaya voy a seguir perdida.
Putas todas las canciones que siempre han sido capaz de hacer que todo lo que sintamos parezca bonito.
Putas todas las cuidades a las que nunca iremos, los trenes que siempre perdemos y los libros que jamás leeremos.

Y llegas a un punto en el que sabes que estás perdida cuando ya no tienes sus labios y te quedas con todas las frases acabadas en punto y final porque sabes que aunque quieras nada volverá a ser igual.Ya nada sigue y menos tú y yo, qué desastre más grande y todos aquellos abriles en los que no sabíamos hacer otra cosa que no fuese llover,arrepentirnos de todo y acabar con botellas de tequila y paquetes de tabaco a medio fumar.Esperemos que la música de siempre nos salve un poquito de tanto desastre, porque parece que siempre acabamos de la misma manera, en el peor sitio que nos podamos imaginar y como no, más sólos que al principio de cada precipicio que no nos atrevemos a saltar porque todavía nos queda un poquito de esperanza guardada por si nos llegan cosas buenas, o no demasiado malas.
Que yo sólo quería que vinieras un rato, pero ahora quédate para siempre.