sábado, 20 de diciembre de 2014

Poema cardíaco.

Tic tac,
las agujas de un reloj
que indica el tiempo en pasado
ya no marcan mi ritmo cardíaco.
Parada
                        Latido
                                            Parada
                                                                 Latido.

Mi órgano bombeante
se contrae haciendo sonar con fuerza
una canción desafinada
en mi caja torácica musical,
en la que la bailarina lucha
por sobrematarme.

Una operación a corazón abierto,
en la que la única solución
es romperlo todo por dentro.
Se ha cortado toda la comunicación
con las arterias principales,
por motivos de inseguridad emocional.
Ya no palpita,
ya no siente,
mi corazón inerte.

Tengo el miocardio como centro gravitatorio pausado
desde que desconozco la probabilidad
de causarme un accidente
en el que la reanimación
me acerque
a mi insensibilidad doliente.





sábado, 6 de diciembre de 2014

Me he querido.

Te he odiado con toda la rabia que siento al no poder evitar echarte tanto de menos. Me he visto reflejada en los pedazos de un espejo roto cada vez que cierro los ojos. No quiero verte. No soporto la idea de que todavía sigas en mi y te hayas ido.
Me he vuelto loca de atarme y dejarme libre a los pocos segundos. Me he vestido de amarillo para morir en el último acto de una obra que nunca acaba. Nunca me han gustado los miércoles ni los domingos, ni ese olor a nostalgia que queda cada vez que apago una vela y me enciendo un cigarro.
Estar jugando con fuego y no evitar quemarse, porque prefiero curar la herida a prevenirla. Sangrar a coser los rotos y vomitar a tragarme todo el orgullo.
En mi jardín de flores marchitas he sembrado el caos, y ha florecido una primavera que no es más que enero, febrero y marzo congelados.
Cubro tu espalda con puñaladas para declararte un amor no correspondido y, sobre tus hombros dejaré caer la cruz en la que siempre vivo, y te daré un beso en la sien mientras esperas que apoye en ella el cañón y no mis labios, a la vez que con mano izquierda aprieto el gatillo y recibo disparo, bala, y tiempo perdido.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Disparo de despedida.

El amor no me duele mucho más que
recibir una bala sin haber apretado el gatillo. 




                                              

Tengo un problema; y eres tú. Todo me suena a lo de siempre que no fue contigo, hasta esta estúpida canción que está sonando ahora mismo en mi cabeza, habla sobre ti, porque yo quiero que lo haga, y porque yo no sé escribir sobre ti. 
El abandono de uno mismo, es como decidir quedarse eternamente a vivir en unas ruinas que destruí por voluntad propia haciéndome presa de mi propio fracaso. Así es vivir contigo sin que estés a mi lado, no espero que esta vez me entiendas.
Esta es la última carta de todas las que todavía me quedan por escribirte, nota de suicidio en mi menor porque cada vez me haces sentir más pequeña. Y como fin de fiesta, a una fiesta que todavía no ha empezado, la explosión que hará que nada siga después de este portazo.



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Es la primera vez que hago algo así (lo de intentar hablar con vosotros, por decirlo de alguna forma) y quería deciros que hace un tiempo había leído por los comentarios del blog, que podría recitar algo, y me he lanzado de cabeza en un intento de conseguirlo y aquí lo tenéis: http://youtu.be/Q0xitETiWQE  es el primero, y por eso agradecería toda clase de opiniones. Quiero darle uso al canal e iré subiendo vídeos de vez en cuando, por si me queréis dar ideas o cualquier cosa que se os ocurra.
Gracias por leer, corazones grises para todos. 

domingo, 26 de octubre de 2014

Naufragio.

La ausencia por no estar aquí,
porque haya un sitio vacío
y un corazón más, roto.

Hemos dejado de ser
la cara B de una cinta
que acaba de sonar
por primera vez,
rayando los recuerdos,
haciendo que todo
lo que había existido dentro,
se convirtieran en tiras
de algo irreparable,
como si se tratase
de su órgano bombeante.

Me he dado cuenta
de que mi cura
no tiene remedio
en el momento exacto
en el que he asociado
una llama viva
con la silueta de
una lágrima muerta.
Se han apagado
mis ganas de brillar.

Todas las noches
voy al mismo lugar
y espero
a que el cielo
se ponga del mismo color
que mi estado de ánimo;
gris ceniza,
para superar la pérdida
de mi propia muerte
en vida.

viernes, 10 de octubre de 2014

Una última vez.

Como el yonki que le pide a la jeringuilla que le salve una última vez.

Como el suicidia que le pide a la única bala que gira en el revólver de aquella pistola, en la ruleta rusa que acabe con él una última vez.

Como el asesino que termina de matar, y espera que le detengan para sentir la libertad una última vez.

Como el loco que encontró en la cuerda la estabilidad una última vez.

Como el alcohólico que anhela el sentimiento opuesto al vacío de su botella, antes de joderse el hígado una última vez.

Como el enamorado de corazón roto, que se vuelve a ilusionar sabiendo que en su corazón no cabe una sola grieta más y que ese va a ser su latido una última vez.

Como el poeta que escribe para encontrarse en las líneas que ha perdido en los pasos de su musa y sabe que no la encontrará una última vez.

O como yo, esperando a que te pasees por mi cabeza una última vez.

jueves, 9 de octubre de 2014

Seis cicatrices mal curadas.

Te leo, porque mi cabeza no deja de gritar tu nombre, y mis labios se callan cuando escucho tu voz.

He salido de aquí dentro a reconstruir los rotos de algo que es irreparable, ese corazón no tiene espacio para ninguna tirita mal pegada más.

Te escribo mejor si no me lees. Te veo mejor si no me miras. Y te sueño mejor si estás despierto soñando conmigo.

En declaración de guerra; te he hecho el amor, la paz está a kilómetros de aquí y se la está llevando el viento. Estoy desesperando algo.

Maullan los gatos queriendo pedir auxilio, queriendo. Ojalá alguien los salve de morir siete noches seguidas por una tragedia diferente.

Voy a pintarte un día de esos inexistentes, entre las líneas de todo aquello que no sientes, lo de siempre, precipitadamente, ha empezado a llover y estoy sola llorando.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Ida.

He vuelto a viajar, y al hacerlo he vuelto a pensar que tan sólo necesito un golpe de suerte y todos los errores de los corazones rotos de este tren para poder acabar en tus brazos.
Voy sin equipaje de mano para que no te pese tanto la usencia de mis labios, pero te llevo muchas palabras que esconden amor.
Debería dormirme un rato, pero estoy esperando a que se me ocurra un buen motivo para lanzarme a las vías en marcha. Hemos parado y aquí no se mueve nadie. Ahora hemos vuelto al continuo movimiento de lo de fuera, no distingo si tanta luz es de sol o de luna. No sé a dónde voy, ni de donde vengo. No sé.
Estoy en el último vagón del tren, en donde nos perdimos y no te busco porque se que no estarás. Estás muy lejos, demasiado cerca para que yo pueda encontrarte.
Desvío por viajar demasiado tarde, está sonando una canción mientras descarrilamos por ir demasiado rápido intentando que no se nos haga tarde. Hemos muerto, pero aún seguimos vivos. Estoy escuchando una canción, me recuerda a ti y ahora mismo sé que no he llagado a mi destino pero si que me tengo que bajar de este tren.

domingo, 24 de agosto de 2014

Sólo sé ser breve.

Nunca he sido de principios
y los finales se me han dado demasiado mal.

No quiero morir 
en tu olvido
y ser una persona más.

Llegar tarde es inevitable
cuando no tienes a nadie
a quien hacer esperar.

Las gotas de lluvia me calan
mientras intento no pensar en escapar
y se me mojan los sentimientos, 
yo queriendo intentar
romperme el corazón a cachos
por no haberte sabido amar

viernes, 22 de agosto de 2014

Poesía para locos.

Poesía para locos porque escriben desde la cuerda.

Mi sonrisa ha empezado a crear una rima asonante con mi tristeza, sigo buscando el reflejo de las palabras de un poeta en tus ojos para después encontrarme.
He perdido toda mi cordura en la locura de tu voz, intentando aprenderme de memoria todos los besos que son capaces de guardar tus labios, como los susurros en los que dices que no te vas ni aunque llueva y que tienes un millón de mariposas que vuelan a mi al rededor. Con esto de estar tan dementes he olvidado la primera letra del abecedario y ahora todo lo que separa la B de la Z es una línea continua que se tuerce haciendo que por inercia mi caos gire alrededor del tuyo, formando un único caos que nos vuelve más caóticos y lo desordena todo.
Sácame a bailar que esta maldita canción me está doliendo y sólo quiero que tus pasos me lleven a otro compás (te estoy pidiendo entre líneas y entre susurros que me salves de mi vida) y entre paso y paso de baile, te repito que no dejes de soñar(me) que algún día seré capaz de destrozar todo lo que estamos siendo ahora mismo y que nunca hemos querido.
Soy una puta suicida de tus besos, me mataría en tu cintura antes de que la guerra que no nos pide tregua acabe con el principio de unas letras que somos nosotros y que en noches como las de ayer retumben en nuestros oídos y nos repiten que las leamos otra vez, que se consumen en nosotros como todos los cigarros que se consumirán en mi boca mientras intento que no me cueste tanto olvidarte, porque no quiero hacerlo y ojalá estuvieses cerca.
Déjame repetirte una última vez que te quiero y que no tengo miedo.

domingo, 17 de agosto de 2014

Estoy. Noches de mierda y ojos que lloran.

Estoy sufriendo por dolores que nadie ve, dolores que sólo yo puedo sentir.
Estoy luchando en una guerra contra mi, teniendo todas las de perder y la victoria es la opción de los valientes; soy una cobarde.
Estoy con la vida llena de un gris muy pálido, y con los labios pintados de rojo (de un rojo muy de puta, que me queda de puta madre) esperando a que vengas como una bala, a doler, y me saques a bailar.
Estoy más cerca del suicidio que de encontrar alguna razón para salvarme la vida o para salvarme de mi vida y tirarme al vacío para acabar con él, sólo sirve para acabar y más vacía todavía, aunque bueno, si tengo eso dentro, supongo que ya tengo algo.
Estoy cansada de estar montada en esta jodida montaña rusa que no hace otra cosa que descender y que si sube es para caer más bajo, para tener más vértigo y para darnos de hostias, de esas incurables.
Estoy que no estoy.

domingo, 10 de agosto de 2014

Rimas sin leyenda.

Estoy segura de que no soy como Neruda, no te puedo escribir los versos más tristes esta noche.
También que no soy como Bécquer, no haré poesía al clavar mi pupila que no es azul en la tuya.

Delirios de un poeta,
el amor se vuelve loco
no sé como salvarme de esta tormenta
que lo vuelve todo gris, poco a poco.

Promesas que se quedan en nada
que lo dejan todo más vacío,
no sé llenar este corazón suicida
y me muero tan despacio.

Rotos en lo más profundo del corazón
teniendo la vida partida en dos,
he perdido hasta todo mi uso de razón
ahora que no me encuentro ni yo.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Queriendo no querer.

Estamos en verano
pero estás siendo
más invierno que
nunca,
porque ya me he cansado de los
siempre,
que siempre acaban
y a mi no me gusta la nada
que me recuerda al vacío
del que me
tiré
para estar más llena,
como si el agua de la piscina
fueran tan sólo
lluvia,
y me he lanzado queriendo ser bomba,
queriendo matarte,
queriendo quererte,
queriendo no querer.

jueves, 17 de julio de 2014

Cafeina.

Me he bebido
todo el café
que han derramado
al desbordarse
tus ojos castaños
y no he sido capaz de despertar
de este continuo insomnio
que no sé por qué me aleja de ti,
veo cada vez más cerca
el final del túnel
y veo a distancia de mil años luz
el vértigo de tu mirada,
nunca me he acojonado tanto
delante de una caída tan bonita.
Mis palabras forman precipicios
y para eso si que hay que tener cojones
porque nunca nadie se ha acercado
sin temer al fuego
y evitar quemarse.
Arrojarse y quedarse estancada
en las vías de un tren
que sólo recorre círculos
es ser otra flor suicida
que nace para morir
antes de ser más bonita
que la propia autodestrucción.

domingo, 13 de julio de 2014

Morir es decir que has vivido.

Arrojé todos tus intentos,
todos tus te quiero
y todos tus volveré
pero todavía no me he ido.
Arrojé todas las flores
que se habían podrido
al mismo tiempo que yo
encima de mi propio ataúd,
conocí a la muerte
en primera persona
desde que empecé a ser yo
la muerta.
Que me pisen los talones
es sólo y únicamente
darle ventaja a un destino fatal
o a querer ganar algo
que ya se ha perdido
como tus pasos por mi pasillo.

viernes, 11 de julio de 2014

Bonita tú, autodestrucción.

Es cierto, cada vez estoy más guapa y un poco menos viva, un poco más con la vida llena de gris ceniza; más cerca de ser el humo que escupes al final de la última calada, del último cigarro del paquete de la semana, como queriendo soltar todos aquellos 'quédate, no sé ser feliz pero tu risa cicatriza'.
No sé que es tener la certeza de estar cada vez más muerta, ser todas las cabezas que se rompieron pensando en el amor y ahora están enfermas como lo eran cuando era pequeña mis heridas sin alcohol. Pasarse tanto tiempo en el suelo entierra y soy como las flores de la pasada primavera, más bonitas pero sin color.
Se me congela el alma cuando no me besas porque sé lo que es tener unas alas muy nuevas y ni puta idea de como volar. No sé escapar de aquí si no es la música de siempre la que me apresa y me invita a bailar desde que perdí la cuenta de todas las veces en las que no supe como hablar y mis lágrimas calladas desbordan todo el mar que ahoga los recuerdos y no dejan esta noche a la luna brillar y mira que fuerza tienes cuando susurras que no sabes amar y que los corazones rotos cortan y que dos como los nuestros no se pueden juntar. La suerte es un martes trece en el que brille mucho el sol y en el que la poesía termine con los dos de la misma forma de la que nosotros tentamos a lo bonito del desamor.

martes, 8 de julio de 2014

Hablo de la poesía en prosa.

Era la dueña de la rima hasta que la maté. Convertí sus ojos verdes llenos de vida en un color ceniza, en la que se convertiría ella después.
Era la destrucción más bonita, la locura que se apodera de ti y te arrebata la cordura en tan sólo un soplo de aire fresco. Era diferente. No era nadie, siendo ella.
Tiene pistola por boca y dispara haciendo daño de una forma que suena demasiado bien; una pequeña caja de música que se lo guarda todo dentro, haciendo girar al universo y mareándome a mi. Hasta que terminé con ella, que fue el mejor final para mi.
Su principio acaba en mi comienzo y por cojones había que seguirle el ritmo, hasta que yo pude acabar con ella.
Ella, no puede significar nada porque sólo es musa  y no un pronombre que esconde todas las letras de su nombre. Era a la que todos escriben y nadie sabe por qué, pero yo si que estoy segura de que nadie sabe quién es ella. Y qué ilusos somos todos pensando que puede haber fin más bonito que ella.
Te saca a bailar y te lleva por el compás de los pasos perdidos para que te encuentres dando vueltas en un precipicio de palabras, es mejor que llenes su vacío antes de que te vacíe ella.
Y yo que todavía soy una maldita esclava de todo lo que dice, que se clava en mi alma y no me deja respirar.

domingo, 22 de junio de 2014

El azul del cielo y el gris de nosotros.

Era demasiado azul
para nosotros
por eso me encargué
de volverlo todo gris ceniza
como si ahora mismo
hubiese acabado una masacre
y nosotros fuésemos todos los restos,
demasiados polvos muertos
y sigo sin distinguir lo que es
que alguien -que no sea yo- te agarre la mano
como queriendo sujetarte todas las ruinas
pero que nadie se tira por ti al vacío como yo.
He perdido la conciencia,
la cordura,
y la cabeza
desde que que ya no eres tú el que me abre las venas
y dejo la puerta entreabierta
por si al volver me encuentras
y haciendo ruido me despiertas.
Sácame a bailar
que se está terminando la canción
o la noche
y yo sigo girando sola,
pisándole los pies al olvido,
dando besos a desconocidos
y ojalá siempre fueras tú
porque sigo sin encontrarle sentido
a llamale amor
a quién no me ha hecho primero la guerra
ni sabe que tengo tantas cicatrices.
Que llorar por llorar
no me hace daño
pero que ni se te ocurra
derramar las lágrimas primero
que se doler más que la vida,
aunque no sea tan bonita
como ella
y me pise los talones
mientras doy vueltas
queriendo esquivarla,
como en esa atracción de feria antigua
en la que espero que te montes conmigo,
mientras que el sol brilla
y nos da igual que no nos guste.

sábado, 14 de junio de 2014

Final perfecto.

Como quién se sube al escenario
y lo hace vestido de amarillo
porque la esperanza es lo único
que le queda por perder
y está seguro de que será
su primera y última vez
en las alturas,
y al terminar miles y miles de personas
le aplaudían desde su cabeza
deseando como final perfecto
una muerte limpia y segura,
como la bala que nunca da en el blanco
pero siempre acierta
en el segundo exacto
en el que las luces se han encendido
estando todo tan vacío
y el suicida muerto.

martes, 10 de junio de 2014

Cuento el tiempo en pasado.

Tocar el fondo
de mi vaso,
contigo.
Tocar el techo
de mi cuarto,
sin ti.

Emepecé a llorar
en el mismo instante
en el que dejaste de sonreír,
empezando  a sentir que la lluvia
me entendía más que tus abrazos,
que desde entonces,
cuando oí descarrilar al tren
que te alejaba de mi,
llevándote de vuelta
a sus piernas
por las que corrías y te corrías,
acelerando en la curva de su sonrisa.
Desde ese momento no hay nada
que me abraze tan fuerte
como la soledad
y no sabes todo lo que me ahoga,
aseguro que ahora
no me arriesgo a perderla
y que perderte me empieza a dar igual,
porque sé de sobra que me amaste
y que al hacerlo hiciste algo imposible,
mi chico amante de las cosas imposibles.
Dándome por perdida
como me doy por sabido
todos los lunares que tienes en la espalda
y los pasos que separan tu cama de la mía,
los minutos que han pasado
desde que perdí la cuenta
de los días que te llevo echando de menos
y a la soledad de más,
todavía no soy consciente  de lo que es
tener más daños que años
pero esta vez me taparé los labios
e intentaré olvidar
como besar.

sábado, 7 de junio de 2014

Me rompí al querer quererte.

Dijo Neruda
quiero hacer contigo
lo que la primavera
hace con los cerezos,
yo quisiera ir a bailar contigo
mientras escribimos poesía
en una espalda tan alta
que nos entra vértigo,
un vértigo de esos
de los que te caes
y no puedes levantarte
en unos días,
en los que no hay nadie
para que te sostenga
la mano al ascender hacia arriba.
Hemos perdido la esperanza
esperando trenes
que jamás van a pasar
o quizá si lo han hecho,
pero estábamos abriéndonos cicatrices
en ese momento.
Ojalá esta salida de emergencia
hoy no sangrase
ni me doliese tanto
como tus ojos, cariño
que están tan cerca del cielo
y yo me corté las alas,
porque creí que de tu mano
se podía volar
y no es así,
sigo declarándole la guerra
a todo lo que me pida la tregua
que necesita la paz,
pero ya sabes que este corazón roto
no sabe querer
ni nadie sabe quererlo
como lo hacías tú.

viernes, 30 de mayo de 2014

X.

Tengo la inmortalidad
un poco muerta,
la risa perdida
en una boca que no es la mía,
la poesía
desperdigada por todos los rincones
de tu cuerpo,
el sexo demasiado gastado
al no tenerlo contigo,
y confundo la lluvia con los orgasmos.

Guardo susurros en mi voz
que acariciaré
de la misma forma que lo hago
con las cuerdas de tu guitarra
a un lado de la barra,
de cualquier garito
en el que se regale el amor
por el que yo escribo,
y te escribo una carta
que no te va a llegar nunca
porque ni tú la esperas,
ni yo tengo cojones para enviártela.

A veces me parece más difícil
leerte que recitarte
en formato poema,
y deslizarme por tus versos
como lo hago con los míos,
dejándome de incógnita a mi propia x
porque mi niña interior llora
cuando yo estoy riendo.

jueves, 29 de mayo de 2014

Rompeme en la botella.

Estoy tratando
de no tener
ni las más mínima idea
de todo lo que nos queda
por subir
para conseguir llegar a la superficie.

Uno,
dos,
tres,
y vuelta a empezar.
Uno,
dos,
tres,
y así infinitas veces,
hasta empezar a ver doble
como si hubiésemos llegado
al fondo de la botella
que terminó con nosotros
la semana pasada,
buscando y no hallando
respuestas.
Como el porqué nos terminó tan rápido
y éramos capaces
de reflejarnos,
y observar a través de ella.
Volvemos
para no quedarnos,
continuamos contando,
teniendo la cordura
y las ganas de reír
esparcidas por el suelo.
Cuarenta y tres,
ocho,
ciento veinte,
pasos para escapar de esto
o para caer en otro fondo
más profundo
y con todo el silencio
que yo no sé callar.

domingo, 25 de mayo de 2014

Bailando con la poesía.

Hoy le pido a la poesía
que baile conmigo
todos los tangos
que tú no te atreviste.
Me agarra la mano
y me la aprieta
con fuerzas,
a la vez que me hace girar
una vez tras otra,
mientras que no hacemos otra cosa
que perder el compás
de unos pasos
que jamás se moverán a nuestro lado.
Voy a perderme dando vueltas
en unos brazos que nunca me han querido
e intento encontrarme en los versos
de quien besa en busca del amor,
o de quien no lo hace
porque se enamora del desamor
que sienten las personas
que no se protegen de la lluvia,
y llevan más rotas las medias
que el corazón.

viernes, 23 de mayo de 2014

Era más cielo
que todos los poetas
que le escriben versos
a unos ojos azules.

Era todas las estrellas
que brillaban a los náufragos
en una noche clara.

Era la lluvia
cuando lloraba,
y su sonrisa era la calma
que brillaba
cuando el sol
no nos cegaba.

Era la tormenta
cuando tenía miedo
de que pasase el tiempo
y nadie le quisiera.

Era las nubes blancas
que tenían forma
de los besos
que nunca había dado.

Y también era cielo
cuando estaba gris,
siéndolo también sus ojos
porque nadie era capaz
de hacer feliz
o de dejar
que el mundo doliese tanto.

domingo, 11 de mayo de 2014

Suicida de la soledad.

La soledad
y no querer
que vuelva alguien
que ya se ha ido,
o si,
pero sin hacer
ruido.
El portazo,
el estruendo,
la caída,
y el vacío,
recuerdo de unos ojos
que ya no contemplan nada,
esconden ruinas
y vacío,
en la mirada.
Esa manía
que no es mía
sino tuya
de salir corriendo
porque eres el que mata
por mis caderas,
a las que no sabes,
no tienes ni puta idea
de como se las describe
en verso,
y es más,
cuando unes
todos los lunares
de mi cuerpo
para formar una
línea continua
que nos separa
y nos une
para perder la cordura
en las cuerdas
de un instrumento
que no sabemos tocar,
ni tocarnos
y la luna,
es de día
pero esta
no brilla,
suicida
de la soledad.

martes, 6 de mayo de 2014

No es una cosa, son todas las que echo de menos.

Su boca
que ya no me dice
lo que quiero oír.
Que ya no me habla.

Sus ojos
ya se han cansado
de esperar a que sonría.
Que ya no me miran.

Su nariz
me recordaba
a lo bonito que puede llegar a ser
caer desde lo más alto.
Que ya no me huele.

Su pelo
en el que ente rizo y rizo
se escondía el caos
y me perdía por allí
como si fueran
las olas de un lejano mar.
Que ya no me encuentra.

Sus manos
de las que nunca me soltaba
por si al girarme
ya no estaba.
Que ya no me agarra.

domingo, 4 de mayo de 2014

Lloraba.

Lloraba
como un río
apunto de desbordarse.
Lloraba
como el mar
apunto de arrojar
algo que no le pertenece.
Lloraba
como cuando llueve
y el cielo está gris,
más gris que sus ojos.
Lloraba
como lo hacía yo
(por dentro),
cuando no tenía más cojones
que sonreír.

viernes, 2 de mayo de 2014

Siempre he estado a un suspiro
de caer
de pronto y de frente
y precipitadamente
por uno de los dos precipicios
que tiene por ojos
y que a veces confundo
con estrellas que iluminan
a la luna
cuando se ha cansado de brillar
por si sola.
Siempre he estado a un susurro
de ser una de tus salidas
de emergencia,
de esas que siguen doliendo
y dejan marca visible en la piel
'tu pequeña cicatriz
que en noches como esta
amenaza con volverse a abrir'.
Siempre he estado a un beso
de distancia de dejar de ser
la gilipollas que sigue escribiendo
por unos besos que nadie me ha dado
o por unas ruinas
en las que jamás he estado
pero que se parecen a las que escondía
en sus pupilas
cuando se olvidaba de todo
y me sonreía.

miércoles, 30 de abril de 2014

Eres bailable.

He negado cuarenta y seis veces
que sólo bailo canciones que hablan de dos
y a la cuarenta y siete
diré,
que sé bailar el mismo ritmo
de quien me da la mano.
Afirmo que yo sólo
bailo canciones que se bailan agarrados
y que solo bailo cuando me agarran
y me cubren las espaldas
para que no pise pies
que llevan otros compases
que no he aprendido a bailar contigo.
Y giro,
y giro,
y giro
para que me agarres
el segundo antes
de caer al suelo.

sábado, 26 de abril de 2014

Cuatro sentidos.

Roto,
como su corazón
por haber querido demasiado
a alguien que no sabe de amor.

Apagado,
como cuarenta y tres minutos después
de haber encendido una vela
para no sentirse tan solo
en la oscuridad de sus pupilas.

Herido,
como quien se hace daño
porque tiene miedo de sentir
la más absoluta nada
cuando le besan.

Destruido,
como las ruinas de Roma
o las que esconden en sus ojos
porque hace demasiado tiempo
que se se ha olvidado de sonreír
como lo hacía antes.

sábado, 19 de abril de 2014

Querer.
Quererle.
Querernos.
Hace ya tiempo
que he desaprendido
la forma tan bonita que tenías
de conjugarme;
me cambiabas en formato verso
de los que no esconden besos
y no saben rimar
unos con otros.
Cuando querías
no tenía título,
era un montón de palabras
amontonadas de una manera
que sólo sabías leer tú
¡y qué egoísta!
No sabes querer.
No quieres querer.
Ni quieres que te quieran.
Soy siempre el intento de
cerrarle las cicatrices
pero es algo imposible
cuando alguien no quiere,
y es que sabe
conjugarse a si mismo.
Quiere y muy fuerte
seguir doliendo
y que le duela todo
el daño que ha hecho.
Dice, increíblemente pero
de alguien que conjuga
sin saber,
me lo creo;
que hay cicatrices que
inspiran más que una musa
o más que yo,
y que si sigue doliendo
estamos muriendo
y matando
por algo
que un día fuimos
nosotros.

viernes, 11 de abril de 2014

Había dado en el clavo
pero yo no era de los que se sacanban
fácilmente
tienes que dejarte las uñas,
las piel,
el corazón
y pedir susurrando ayuda.
Soy de las que duele
y sangra,
sangra pero mata
y no muere
porque soy infinita como esa canción
que sólo sabes bailar
si lo haces conmigo
o con recuerdos
en los que sólo aparezco yo
susurrándote al oído que no me olvides
y qué iluso, ni aunque quieras
podrás hacerlo
porque soy peor que aquella cicatriz
si, la que tienes en donde yo sé
por quien también yo sé
y no soy yo.

jueves, 10 de abril de 2014

Y ellos, tan cobardes
que no tenían la fuerza suficiente
para salir ilesos de sus pupilas.
Y es que durante un tiempo
fui como todos ellos,
una estúpida enamorada
de su desorden
y de todo lo que me recordase
al sonido de su voz.
Mientras que todos querían
entrar en lo más profundo
de sus miradas, del color de la esperanza
yo quería salir de esta,
mantenerme a flote
en las lágrimas que derrama
cuando no se acuerda
de como sonreír
como lo hacía antes
o de que se sentía
cuando se estaba enamorado.

domingo, 6 de abril de 2014

Escribir puede llegar a doler
casi tanto como quererle de nuevo
o querer que vuelvan
todas las mariposas
que se murieron dentro de mi
cuando escuché el portazo,
cuando las despedidas llegan
pero demasiado tarde
y es como si nada hubiese ocurrido.
Sólo quedan miles de recuerdos,
dentro de mi
a los que cada martes
les dan por volver a doler
y por hacer que reviva
el momento de aquella explosión
en la que sólo había ruido
y estaba él,
por todas partes y por todos
mis rincones.
Después todo fue silencio,
como el mar cuando está tranquilo
o como el café cuando se queda frío
porque a nadie le da la gana de venir
desde que todo está tan muerto
como las flores de la pasada
primavera
o como mi sonrisa.

domingo, 23 de marzo de 2014

Puedo seguir perdida
todo el tiempo que quiera
tratando de encontrarme escribiendo
pero nunca me encuentro tanto
como cuando me pierdo entre líneas,
entre sus líneas.
Entre las líneas de sus manos
o los rizos de su pelo
y me quedo clavada en sus clavículas
que recuerdan al sonido del mal
y a ese vértigo que me entraba de pequeña
al columpiarme
y jugar a tocar el sol.
Porque la luna ya no brilla tanto,
como antes
desde que es tan suicida como el amor
o como el poeta que le escribe
intentando que le salve un poco
a la vez que le destruye
y apaga la noche
y me apaga a mi misma
porque sigo aquí, donde siempre
clavada en sus clavículas
por si le da
y vuelve.

martes, 11 de marzo de 2014

A veces pienso,
y me gustaría recordar
todo lo que pasó
en aquellos momentos.
Me gustaría ser fuerte
por todos los que lo habéis sido
y tenéis vuestro trocito
de cielo ganado.
Me gustaría ser justicia
y quitarles a ellos
todo,
que es lo que os quitaron
a vosotros
de estación a estación.
Me gustaría ser
todos y cada uno
de los recuerdos bonitos
que hay
antes de decir adiós
porque aunque algunos
no se digan nunca
siempre queda
la última vez de algo
y más de vosotros
que seguís en tantos
corazones fuertes
porque es imposible olvidaros,
otro once de marzo.

jueves, 6 de marzo de 2014

Le he visto las ganas de volver
perdidas por las vías de un tren.
Le he visto las ganas de morir
por todas las venas de su cuerpo.
Le he visto bajar la mirada
cuando alguien le decía que le quería.
Le he visto gritar sin miedos
que ya era capaz de vivir sin ellos
pero que se acojonaba
cuando alguien le susurraba
ven.
Le he visto rimar desesperación
y llanto
bajo la lluvia de verano
porque no sabía volver
o encontrarse,
o encontrar
los besos que había perdido
y no recordaba
porque no se los había dado a ella.

sábado, 1 de marzo de 2014

Venga, ven
que vuelves a llegar tarde,
otra vez
y hoy no quiero
que seamos nosotros.
No quiero que me digas que sonría
porque ya no lo hago como antes
tampoco quiero que me lleves a donde siempre,
a seguir rimando tanto desorden
y querer fumarme tus labios
y es que mira si eres raro
que ya nada es como antes
siendo todo igual
en verdad, más triste;
la luna ya no brilla
como sus ojos
que sólo gritan socorro
porque ya no me encuentro
y porque no quiero perderte
sólo quiero que me deshagas
como haces con todas las camas
en las que no he dormido yo.
Y que hija de puta la vida
que no me deja estar sin ti.

sábado, 22 de febrero de 2014

He girado sobre mi misma
para volver a contarte
todo lo que escondo detrás de la sonrisa
y todas las ruinas que hay
dentro de mis pupilas castañas.
Las fases de todas tus lunas,
tus putos lunares
y esa jodida manera que tienes
de ser siempre tú.
'Es menos peligroso estar sola
que cerca de ti'
porque a pesar de tanto frío
me quemas
y gritas tanto cuando callas
que sólo puedo escucharte yo
y te pido que te calles
o que me calles
y me lleves a bailar una lenta.
Vamos al norte a hacer el amor,
rompamos con todo
y hagamos la guerra
tan locamente
que la perdamos los dos,
vayamos en dirección contraria
a nosotros mismos
pero sin encontrarnos por sorpresa
y vayamos en dirección
contraria al mar
llovamos más que nunca
y hagamos que nos escuezan los recuerdos
porque no te imaginas todo lo que dueles, corazón.

lunes, 17 de febrero de 2014

Sigo buscando a alguien
que quiera verme sonreír como antes
o ver lo bonita que estoy seria.
Alguien que no quiera líos
sino besos
y que quiera encontrarme
esté donde esté.
Alguien a quien no tenga que superar nunca,
que le guste que lea su libro
una y otra y otra vez
que no le importen tantas cicatrices
y esté dispuesto a que le enseñe
lo más bonito de los días grises
y que es más fácil bailar si llueve
como si las gotas creasen
el ritmo de nuestros pies
y al que tienen que latir nuestros corazones.
Alguien que quiera saber quererme
o morir en el intento,
o morir contra alguien que sólo
sabe decir que no.
Alguien que bese
todos los besos rojos
que me voy dejando por ahí
que me enseñe a rimar un corazón roto
con tanto desorden
un día de marzo en la cuidad.
Sonríe porque te faltan los motivos
o para enamorar a algún desconocido
metiéndose en lo más profundo
de sus pupilas
y quedándose con ellas.
Alguien que me lleve en moto,
en barco o de la mano
a donde quiera o a donde le pida
con tal de demostrarle
que no va a ser para siempre
pero si hasta el final,
hasta el final de algo
o de nosotros
o de tantas líneas de metro
que no nos llevan a ninguna parte.

jueves, 13 de febrero de 2014

Días grises que acaban siendo rojos porque sangramos por gente que ya no nos sonríe cuando pasa por nuestro lado, o ya no se acuerda de todas las letras de nuestro nombre.
Días llenos de nubes en las que aveces sale un rayo de sol, como para intentar que olvide todas las veces que no me ha mirado o todos los abrazos que se ha quedado sin darme.
Días azules en los que llevemos más que nunca, queriendo que vuelvan las ganas de necesitarnos (aunque yo lo siga haciendo) y las risas con las luces apagadas.
Que hoy el cielo nos entiende aunque ya no quede nada.
El cielo es tan bonito cuando pasas y ya no dices nada.

domingo, 9 de febrero de 2014

Sabes que me gusta contarte los lunares para perderme y volver a empezar, a empezarte. A ser algo nuevo. También sabes que me sé de memoria todas las cicatrices que tienes en tu cuerpo, que son exactamente los mismo sitios en los que me he matado yo. Como la curva de su sonrisa, nunca vi la muerte de una forma tan bonita.

viernes, 7 de febrero de 2014

Que su ausencia mataba como lo hacen todos los domingos en invierno; muy lentamente, o cómo las despedidas en las que nadie dice adiós, sólo se desaparece.
Ser tan suicida como para morir enamorado o tan catástrofe como para ser el motivo de la sonrisa de alguien.
Dejar todo para el final y que sea inevitable llegar tarde y apuntar un tren más perdido en la lista de cosas que no volverán, como sus ojos y las ganas de hacer poesía juntos.
No esperes cosas que no viene como unos labios que nos besen en la frente cuando los recuerdos vuelven o cuando sentirse solo es inevitable.
Que ser una de las ruinas más bonitas de la ciudad sólo servía para hacer del caos un arte y para crear mapas uniendo todos los lunares de su cuerpo en los que no sabemos encontrarnos.
Y es enserio cuando digo que este desorden sólo está completo cuando lo hacemos tú y yo juntos.

miércoles, 29 de enero de 2014

A mi siempre me ha gustado la poesía, pero no esa de libros y de versos sino la que te salía directamente del corazón y hacía que te enamoraras poco a poco de palabras que nunca llevan a nada; y de metáforas que te hacían parecer más bonita. Intentar ser la musa de alguien, o su única poetisa que sabía coserle los rotos con palabras y hasta hacer que pareciese bonita la destrucción.
Que vengo a destruirte
para luego arreglarte
con mis besos
y mis ojos llenos de ruinas
pero creeme
cuando digo que te quiero
y que no tengo ni puta idea
de escribir,
si no te dedico mis versos.

domingo, 26 de enero de 2014

Y a veces recuerdo todo aquello, todo lo que fuimos y lo que no, los trenes que perdimos, las ciudades que prometimos descubrir juntos. Todo esto está guardado en nuestro cajón de los recuerdos; entradas de teatro, los negativos de todas nuestras fotografías, cartas, e incluso besos de buenos días y mejores noches.

miércoles, 22 de enero de 2014

Y es que ya no me mira,
no dice mi nombre.
Ya no quiere saber como estoy
ni verme sonreír como antes.
Sólo quiere que le olvide
y hacer del caos un arte.

viernes, 17 de enero de 2014

Quizá el motivo de tanta tristeza sean todas las noches que no hemos pasado juntos.
Los besos que no nos hemos dado.
Y las escapadas a debajo de tus sábanas con las persianas bajadas y el corazón a punto.
Quizá el motivo de tanta tristeza sea que todavía no nos conocemos tanto como para sonrreirnos sin preocupaciones y sin miedos.
Puede, tal vez, ojalá o quizá; todavía no he encontrado la forma que busco para definirte, como si de una palabra te tratases pero no formas parte de mi propio vocabulario
ni de boca
ni de mis rotos
y menos de mi puta locura
ni mis versos.
Ni entiendes mi desesperación por encontrar un poeta que sepa capturarme en palabras y caricias. Como si escribir(te) por fin valiese la pena o algo más que buscar el sabor de los besos que no me diste en cigarros.
Espero algún día estar a tiempo de todo lo que no hacemos.
Ni haremos.
Por qué sé yo, o por intentarnos.

miércoles, 15 de enero de 2014

Y te prometo
que algún día
yo me entenderé
tú, lo harás también
y las noches dejarán de ser noches
y los días empezarán a ser días
tus ausencias estarán llenas.
Las lágrimas
dejarán de recordarme a la lluvia
sobre nosotros
y será felicidad
pura felicidad
de que ya sea verano
el cielo azul
y yo haya olvidado
todas las tonalidades de gris
que existen
desde que no sonrr(eimos)ies
porque nos conocemos.

martes, 14 de enero de 2014

Nos atamos a cosas a las que no nos podemos desatar, como si estuviésemos esperando a alguien que nos ayude a salir de todo esto. Pero nunca llega, como si esperar trenes que no paran fuese la historia de nuestra vida. Sería bonito que alguien aunque sea por error se sentarse a nuestro lado, e hiciese que no nos sintamos tan solos o tan vacíos.
Seguro que no me entiendes cuando digo que algunas noches matan y que la soledad aprieta tanto que aveces es tan fácil quedarse sin respiración. Qué cuando escribes hablando de dos es más bonito, pero como estamos solos intentamos no pensar en la putada que es que el café siempre se enfríe, igual que el otro lado de la cama.

lunes, 13 de enero de 2014

Nos desesperamos de tanto esperar.
Nos enamoramos del desamor.
Intentamos arreglar nuestro propio desorden.
Y seguimos queriendo que todo nos salga bien.

sábado, 11 de enero de 2014

Putas preguntas retóricas que no le hago a otra persona que no sea yo y que aunque quiera no encuentro respuesta.
Putas ganas de salir corriendo hacia ninguna dirección, porque sé que vaya dónde vaya voy a seguir perdida.
Putas todas las canciones que siempre han sido capaz de hacer que todo lo que sintamos parezca bonito.
Putas todas las cuidades a las que nunca iremos, los trenes que siempre perdemos y los libros que jamás leeremos.

Y llegas a un punto en el que sabes que estás perdida cuando ya no tienes sus labios y te quedas con todas las frases acabadas en punto y final porque sabes que aunque quieras nada volverá a ser igual.Ya nada sigue y menos tú y yo, qué desastre más grande y todos aquellos abriles en los que no sabíamos hacer otra cosa que no fuese llover,arrepentirnos de todo y acabar con botellas de tequila y paquetes de tabaco a medio fumar.Esperemos que la música de siempre nos salve un poquito de tanto desastre, porque parece que siempre acabamos de la misma manera, en el peor sitio que nos podamos imaginar y como no, más sólos que al principio de cada precipicio que no nos atrevemos a saltar porque todavía nos queda un poquito de esperanza guardada por si nos llegan cosas buenas, o no demasiado malas.
Que yo sólo quería que vinieras un rato, pero ahora quédate para siempre.