sábado, 26 de abril de 2014

Cuatro sentidos.

Roto,
como su corazón
por haber querido demasiado
a alguien que no sabe de amor.

Apagado,
como cuarenta y tres minutos después
de haber encendido una vela
para no sentirse tan solo
en la oscuridad de sus pupilas.

Herido,
como quien se hace daño
porque tiene miedo de sentir
la más absoluta nada
cuando le besan.

Destruido,
como las ruinas de Roma
o las que esconden en sus ojos
porque hace demasiado tiempo
que se se ha olvidado de sonreír
como lo hacía antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario