sábado, 6 de septiembre de 2014

Ida.

He vuelto a viajar, y al hacerlo he vuelto a pensar que tan sólo necesito un golpe de suerte y todos los errores de los corazones rotos de este tren para poder acabar en tus brazos.
Voy sin equipaje de mano para que no te pese tanto la usencia de mis labios, pero te llevo muchas palabras que esconden amor.
Debería dormirme un rato, pero estoy esperando a que se me ocurra un buen motivo para lanzarme a las vías en marcha. Hemos parado y aquí no se mueve nadie. Ahora hemos vuelto al continuo movimiento de lo de fuera, no distingo si tanta luz es de sol o de luna. No sé a dónde voy, ni de donde vengo. No sé.
Estoy en el último vagón del tren, en donde nos perdimos y no te busco porque se que no estarás. Estás muy lejos, demasiado cerca para que yo pueda encontrarte.
Desvío por viajar demasiado tarde, está sonando una canción mientras descarrilamos por ir demasiado rápido intentando que no se nos haga tarde. Hemos muerto, pero aún seguimos vivos. Estoy escuchando una canción, me recuerda a ti y ahora mismo sé que no he llagado a mi destino pero si que me tengo que bajar de este tren.

No hay comentarios:

Publicar un comentario