domingo, 11 de mayo de 2014

Suicida de la soledad.

La soledad
y no querer
que vuelva alguien
que ya se ha ido,
o si,
pero sin hacer
ruido.
El portazo,
el estruendo,
la caída,
y el vacío,
recuerdo de unos ojos
que ya no contemplan nada,
esconden ruinas
y vacío,
en la mirada.
Esa manía
que no es mía
sino tuya
de salir corriendo
porque eres el que mata
por mis caderas,
a las que no sabes,
no tienes ni puta idea
de como se las describe
en verso,
y es más,
cuando unes
todos los lunares
de mi cuerpo
para formar una
línea continua
que nos separa
y nos une
para perder la cordura
en las cuerdas
de un instrumento
que no sabemos tocar,
ni tocarnos
y la luna,
es de día
pero esta
no brilla,
suicida
de la soledad.

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