domingo, 29 de mayo de 2016

BIPOLAR.

Y cuando llego allí
me invitas a salir
vestida de princesa.
Pol 3.14


No estás solo, estás rodeado de personas que no te quieren.

No sé si lo sabrás pero querer y tener cariño no son lo mismo, y mucha gente suele confundirlo. No quiero a casi nadie y le tengo cariño a todos mis libros aunque ya no me hagan sentir como antes.

Esa canción antigua describe a la perfección mi relación con cada uno de mis desastres artificiales independientemente de la intensidad con la que sentí sus tactos; que si los desordeno forman un colectivo que provoca que al despertar la realidad de la que habla Kafka en La Metamorfosis se apodere del ambiente, pero sin que haya nadie tras la puerta.

Lo que hemos vivido se ha convertido en tiempo perdido y ahora es todo campo ya. Bueno, y las falsas esperanzas de la primavera, y esta cara de muerta en vida que nadie mira. Y las flores de a lo lejos que no se pudren mientras nosotros sí. Ahora que no soy capaz de olvidarlo entiendo que poner tanta distancia de por medio causa que al contacto de nuevo reviva la llama y provoque un incendio.

Lo hicimos todo mal muy bien.  

Tener un diario de hojas en blanco es tener una mierda de vida. Volverse loca de atarse a una misma es un efecto colateral de tener una vida de mierda. Y mientras tanto todo pesa de la misma forma que al que lleva su culpa y la del resto sobre sus machacados hombros.

No le declares la guerra a nadie que ya no queda más amor que hacer, todos los caminos llevan al odio y no a una ciudad de ruinas que me recuerda a alguien cuyo nombre he olvidado.
A mi las palabras no se me dan bien si no me escuchan y he comenzado a vomitar por no haberme tragado todo mi orgullo.

No estás sólo, estás conmigo aunque a veces pueda ser lo mismo.

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