domingo, 13 de julio de 2014

Morir es decir que has vivido.

Arrojé todos tus intentos,
todos tus te quiero
y todos tus volveré
pero todavía no me he ido.
Arrojé todas las flores
que se habían podrido
al mismo tiempo que yo
encima de mi propio ataúd,
conocí a la muerte
en primera persona
desde que empecé a ser yo
la muerta.
Que me pisen los talones
es sólo y únicamente
darle ventaja a un destino fatal
o a querer ganar algo
que ya se ha perdido
como tus pasos por mi pasillo.

7 comentarios:

  1. Pero todavía no te vayas.
    Porque eres el mechón rebelde que siempre cae encima de la nariz y te hace cosquillas. O la nube gris que luego se va o se esconde, mucho más allá del sol, y que nos hace creer que todo ha pasado. Que incluso lo peor se ha ido. Como si la felicidad existiera dentro de la fatalidad de la vida. Como si la verdad la escribieras y el dolor que siento al tragármela valiera la pena sólo porque eres tú.
    Recuerda que te piso los talones. Y que no puedo evitar ganar eso que ya he perdido.

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    1. No tengo palabras para responder a tu comentario más que gracias, porque eres ganial y las palabras sobran siempre que se trata de ti.
      No me vas pinsando los talones, vas alguna zancada de más por delante mía, pero que genial es estar tan cerca de una genia como tú.
      ¡Gracias!

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  2. ¿Cómo puede ser que tan vacía, todo esto salga de ti,? Impresionante.

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  3. No lo sé, pero sale.
    ¡Muchas gracias!

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  4. Como siempre hasta el gris más desgarrado puede ser precioso.

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