sábado, 9 de mayo de 2015

La última canción del primer concierto.

He abierto la ventana para que te tires
y dejes de dar tantos portazos,
y al final he acabado cayéndome yo.

Madrugar sin haber dormido antes
ya no se me hace tan pesado
como cargar con el vacío que me ha dejado tu ausencia,
los martes siguen siendo trece
y octubre espero que esta vez tarde algo más en llegar.
Ahora leo todas las noches las cartas que no me escribiste
en vez de quemarlas
y escribir en tus tachones lo que quería que me dijeras
porque tu marcha no fue tan dura
como verme tan tarde sin ti, o quizás demasiado pronto sin nadie.
El verano sólo trae consigo muchas ganas
de ahogarse en una piscina con un foso muy profundo
lleno de sirenas afónicas
que no saben como atraer a náufragos.
He cambiado mi apariencia física
para que me pierdas en las miradas pasajeras de la gente
que hace muchos inviernos que no mira el reloj
por si se dan cuenta de que alguien les está esperando.
Debes saber que ya no bailo al ritmo de las luces
de ambulancia
y que desconozco el motivo de ello
y estoy siendo tan terriblemente cruel
que hasta Leiva ha tenido que cantarlo
por eso padezco de vértigo causado por tus pasos
y temo encontrar unos ojos tan llenos de pólvora
deseosa de ver arder como los tuyos.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. No sé como lo haces pero tus palabras son la vida.
    Ojalá algún día mi blog llegue a ser tanto y tan perfecto como el tuyo.
    Sigue así por llegaras alto.
    Si quieres pasarte moriremossolos.blogspot.com.es
    pd: en el otro comentario me había equivocado

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