miércoles, 8 de julio de 2015

La desesperanza que supone seguir esperando.

Cómo no conocí a vuestro padre.




Él no va a venir,
pero le espero.
Él no va a venir pero le espero.
Y le sigo esperando.
Él no va a venir.
Él no va a venir.
Él no va a venir.
Y no sé por qué pero sigo esperando.
Que vengas
le digo a mi reflejo.
Me digo a mi misma que quiero que vengas.
Y no vienes,
entonces te odio como si no hubieras estado nunca.
Me enfado conmigo misma porque no vienes
y me creo insuficiente.
Justifico todo el daño que he hecho con el que me han hecho
y me doy cuenta de que estoy sola.
Mientras
sigues sin venir.
Me corto el pelo al ras del suelo
y quiero llegar tan alto, hasta llegar al cielo
para después caerme de él.
Él no va a venir.
Asimilo que él no va a venir y sigo esperando.
Me desespero pero sigo esperando.
Veo mariposas volar, flores marchitarse, al mundo cambiar de estación y a personas encontrar el amor.
Y me desespera más seguir esperándote.
Se caen las hojas de los árboles, yo ya no sigo pasando las hojas de cualquier libro.
Los soplos de aire fresco son fríos.
Padezco de insomnio provocado por todos los 'él no va a venir' que escucho en mi cabeza.
Y sigo esperando.
Me canso de esperar pero sigo esperando. 
Él no va a venir.
Entonces viene alguien que no eres tú y le echo de mi vida.
Sigo esperando.


Y de repente lo olvido, no recuerdo quién eres ni por qué no vas a venir.
Me duermo intranquila con la certeza de que estaba esperando algo que no va a venir. 

2 comentarios:

  1. Se me esta haciendo costumbre comentarte,creo que mereces infinitas palabras que aunque en arte no alcancen a las tuyas puedan hacerte un poco más feliz.
    No se cuando leerás esto,así que espero que tengas unos buenos días/tardes/noches...espero que sonrias y sigas escribiendo tantas maravillas,yo esperare tu siguiente entrada porque espero que vuelvas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo le estoy cogiendo el gusto a encontrarme comentarios como este. Tú te mereces infinitas gracias, por tanto.

      Eliminar